domingo, 27 de enero de 2013

1. Comparación entre Blake Clement-Moore y Heinrich Burkhard.

He elegido a estos dos personajes para compararlos porque tienen edades parecidas al principio del libro (catorce y dieciséis años), y porque pertenecen a bandos diferentes de la guerra (Blake es inglés y Heinrich, alemán). Además, ambos adoptan la ideología de su país y luchan para defenderlo.
Heinrich es un personaje totalmente estático que mantiene su personalidad despreciable durante todo el libro. Cree en el nazismo no sólo porque se lo impongan, sino también porque acepta esas ideas como suyas, aunque es posible que sólo sea por haber tenido esa ideología delante toda su vida. Por el contrario, Blake evoluciona a lo largo de la historia, influido por las personas de su entorno y por lo que ve: pasa de ser un adolescente inocente a ser un piloto con ganas de vengarse de los alemanes cuando muere su hermano Neville, y luego, al igual que Neville, comprende que el verdadero enemigo no son los alemanes, sino la guerra y los que deciden hacerla, y que es una monstruosidad bombardear a los inocentes.
Blake sale de la guerra mejor parado que Heinrich: mientras bombardeaba Dresde una bomba aliada le destrozó el ala al Lancaster que pilotaba, pero él sólo se rompió una pierna, mientras que Heinrich, que con las influencias de su padre había conseguido un puesto casi sin riesgo en Kiev, murió asesinado por Anastasia, una mujer ucraniana a la que acaba de salvar (y no con buenas intenciones) de unos soldados alemanes.

2. Mural de Europa con los personajes señalados.



También se puede ver el Prezi en: http://prezi.com/sl2u6_y1-nis/el-festin-de-la-muerte/?kw=view-sl2u6_y1-nis&rc=ref-24307885

sábado, 26 de enero de 2013

3. Comparación de Crecida con El festín de la muerte

Éste es el poema de  Crecida, de Blas de Otero. 

La similitud más clara que tienen estas dos obras es su tema central: la dureza de la guerra y la muerte. Pero, por la forma que tienen de abordar este tema, las obras son completamente diferentes. Aunque las dos den una visión general de la guerra en Europa y sus efectos, El festín de la muerte lo hace desde el punto de vista de muchos personajes (es una novela río); mientras que Crecida, un poema lírico, lo hace desde la perspectiva de una sola voz poética y con metáforas como <<sobre Europa no hay más que sangre>>. Además, la repetición de la palabra sangre en el poema da una clara impresión del horror de la Segunda Guerra Mundial, pero se centra casi exclusivamente en la muerte y los heridos y deja de lado otros aspectos negativos como las familias separadas o los traumas psicológicos, que sí se tratan en   El festín de la muerte.
Conclusión: El festín de la muerte hace una narración de la Segunda Guerra Mundial muy detallada y documentada (más realista), mientras que Crecida habla líricamente de la guerra en Europa más generalmente. 

4. Mapa con las guerras activas en 2012

También muestra las acabadas en 2011 con una paloma. Haz clic para hacer zoom.

5. Fotos de personajes


1: Jacques y Jean Pierre Legrand
2: Hans Müller y su hijo Kurt.
3: Hans Müller.
4: Liese Schneider.
5: Agniezska Kalinowska y otras mujeres en el campo de concentración de Treblinka.
6. Heinrich Burkhard.

 Me ha llamado la atención Hans porque da una nueva perspectiva de la guerra, la del soldado del bando “malo”, que sin quererlo se encuentra metido en la guerra, y se ve obligado a luchar contra gente que él no considera sus enemigos.

Carta a Hans Müller de su esposa

6. Mural sobre la paz


7. Entrevista ficticia a Jesús Díez de Palma



Entrevistador– ¿Cómo te has documentado para escribir este libro?
Díez de Palma – A parte de mis estudios de historia, me fue muy fácil encontrar mucho material para documentarme e inspirarme, sobre todo en libros e Internet, pero también en algunos documentales, para hacer un libro más realista.

E – ¿Por qué elegiste el tema de la Segunda Guerra Mundial?
DP –  Desde pequeñito mi abuela me contaba historias de la guerra que me impresionaron mucho porque eran muy diferentes de las que había visto en películas, y una parte de mi trabajo en este libro es romper algunos de esos mitos, porque en realidad ni todos los soldados del Eje eran malvados asesinos ni todos los aliados eran héroes. La gran verdad de la guerra es que el verdadero enemigo es la muerte.

E – ¿Cuál es tu personaje favorito? ¿Por qué?
DP En realidad les tengo mucho cariño a casi todos mis personajes porque son como hijos para mí, y me da bastante pena cuando tengo que “matar” a uno, pero eso son gajes del oficio de escritor. En esta obra los que más me gustan son los que tocan temas puntillosos o los que tienen una historia más dramática, como Pavel Tachenko o la familia Clement-Moore.

E – ¿Qué ha supuesto el premio Gran Angular para ti?
DP – A parte de los derechos de autor (risas), lo mejor de este premio ha sido que, como SM patrocina al ganador, he podido llevar mi libro a muchos lectores más, que de otra manera se habrían quedado sin conocer las historias de El festín de la muerte.

E – Hablemos del futuro, ¿qué otros proyectos tienes en mente?
DP – Todavía no he pensado en escribir otros libros, por el momento voy a dedicarme a mis clases como educador ambiental.

E – ¿Y no te has propuesto hacer una precuela, un Festín de la muerte sobre la Primera Guerra Mundial?
DP – Sí que he pensado en ello, de hecho al principio este libro iba a ser sobre la Gran Guerra, pero después pensé que sería mejor hacerlo sobre la Segunda Guerra Mundial. Pero creo que esa precuela sería demasiado parecida a El festín de la muerte, y prefiero que mis próximas obras sean diferentes.

martes, 22 de enero de 2013

8. Guión cinematográfico de un capítulo



Escena 1: ruinas de un colegio de Varsovia.

(MARÍA espera agazapada, sale vaho de su boca)
ALEKSANDRA: (en susurros) María, María.
(MARÍA entra en el colegio buscando la luz de una linterna)
ALEKSANDRA: (un poco más alto) María, María.
MARÍA: (con un murmullo enfadado) Estoy aquí.
(ALEKSANDRA la apunta con la linterna y sonríe)
MARÍA: Apaga esa luz, nos va a ver alguien.
(ALEKSANDRA la apaga y se acerca)
ALEKSANDRA: (cogiendo por los brazos a MARÍA) ¡Feliz Navidad!
MARÍA: (sonriendo) Feliz Navidad. (Besa a ALEKSANDRA) ¿Por qué has tardado tanto?
ALEKSANDRA: No encontraba la brocha. Mi madre no ha querido darme ninguna. Dice que no tiene.
MARÍA: ¿Entonces no has traído ninguna?
ALEKSANDRA: (sonriendo y sacándose una brocha basta del bolsillo) He fabricado una.
(Le enseña la brocha a MARÍA)
MARÍA: (Sin entusiasmo) ¿Eso servirá?
ALEKSANDRA: ¡Claro! No se trata de pintar un cuadro.

(Las dos van sigilosamente de las ruinas del colegio a la iglesia, en la plaza desierta. Rezan un Padrenuestro, se santiguan y se ponen de pie. Pintan cuidadosamente por turnos con pintura blanca unas palabras en polaco. Cuando acaban, se oye el ruido de un motor y se esconden detrás de un buzón)
(Una camioneta del ejército alemán entra en la plaza y alumbra con un foco la pintada. Los alemanes alumbran el resto de la plaza y ven salir vaho de detrás del buzón)
OFICIAL: (orden en alemán) Der Zielpunkt!
(todos apuntan al buzón con sus armas)
(ALEKSANDRA y MARÍA, protegidas por la sobra del buzón, ven a diez pasos un muro ofreciendo protección)
MARÍA: (cogiéndole las manos a ALEKSANDRA) Feliz Navidad.
(MARÍA le da un beso a ALEKSANDRA)
(ALEKSANDRA casi sonríe)
OFICIAL: (orden monosilábica en alemán) Gleich!
(MARÍA y ALEKSANDRA salen corriendo de detrás del buzón mientras los soldados disparan. Las balas las alcanzan y mueren)
(Los soldados se acercan a los cadáveres y los miran consternados)
(El OFICIAL apunta la pintada con la linterna)
OFICIAL: ¿Qué pone, Hermann?
(HERMANN mira la pared)
OFICIAL: (impaciente) ¿Qué pone?
HERMANN: (después de tragar saliva) Paz en la Tierra.